Lluís Comerón Graupera es el presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) el organismo que reúne a todos los Colegios para la consecución y defensa del interés común general de la Arquitectura y sus profesionales. Además es el máximo órgano de representación de los Colegios y de la profesión ante la Administración Estatal y los organismos internacionales.

Comerón Graupera, nacido en Mataró,  es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), docente asociado en (ETSAB) y codirector en la Escuela del Vallés (ETSAV), posee su propio estudio donde ha desarrollado una práctica profesional diversa, tanto para administraciones públicas como para el sector privado.

Además, en el ámbito gremial, Comerón ocupó la presidencia de la demarcación de Barcelona del COAC entre 2006 y 2010, además fue decano del Colegio de Arquitectos de Cataluña desde 2010.

¿Cuál es su análisis de la situación actual del sector?

Nos encontramos en una etapa de cambio para el sector de la construcción y de la arquitectura en la que los procesos y las prioridades están empezando a poner el foco en temas que hasta ahora se consideraban secundarios o solo impulsados por una pequeña parte del sector. Es significativo que el nuevo gobierno haya adoptado la transformación energética como uno de sus proyectos estratégicos principales indica cómo la sociedad está demandando un nuevo modelo de economía y de ciudad resiliente y basado en las energías renovables, la eficiencia energética y el desarrollo sostenible. Es hacia esa transición donde el sector debe mirar y nuestra tarea es acompañarlo.

¿Qué acciones o proyectos lidera o desarrolla su institución en la actualidad?

El gran objetivo que impulsa y prioriza las actuaciones del CSCAE es la necesidad de la mayoría de los arquitectos: construir un proyecto común de redefinición profesional y disciplinaria que nos alinee con la sociedad y donde realizar arquitectura tenga su pleno sentido. Para desarrollarlo, estamos trabajando en varios frentes que consideramos importantes tanto para la profesión como para la sociedad.

En primer lugar, hemos iniciado la preparación de una gran encuesta a la profesión, y otros estudios complementarios que permitan tener una evaluación real y global de la situación y los potenciales que tenemos en la actualidad, para poder fundamentar orientar adecuadamente el resto de actuaciones.

También estamos trabajando en la difusión del valor de la arquitectura como cuestión de interés general clave para garantizar a calidad de vida de las personas, impulsando legislación que así lo contemple en todos los niveles, autonómico, estatal y europeo. Con este objetivo, la semana pasada hemos presentado la Declaración de Davos, en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, junto con sus promotores para reclamar la necesidad de fomentar la calidad del espacio construido y promover las políticas públicas que lo impulsen, desarrollen y sitúen en el centro de las transformaciones urbanas, que fue suscrita el pasado 22 de enero por la gran mayoría de los ministros de cultura de la Unión Europea en el marco del Foro económico mundial. Y queremos incrementar el apoyo a los arquitectos en el ejercicio de nuestra profesión y el esfuerzo por mejorar las condiciones en la que esta se realiza.

Trabajamos, apoyando y coordinando a los Colegios en dicha labor, para facilitar formación e instrumentos para asegurar la calidad de nuestro trabajo y la valoración social del mismo, así como una remuneración adecuada para los arquitectos y unas condiciones de trabajo acordes con la responsabilidad y el valor añadido que aportamos.

Finalmente, ante la reciente entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos del Sector Público, estamos trabajando en el impulso de su correcta aplicación para que realmente esté orientada a garantizar la calidad de nuestros edificios y espacios públicos, en un marco de condiciones dignas para la actuación profesional.

¿Considera que se está innovando y consolidando una nueva manera de trabajar como consecuencia de la digitalización?

Tenemos nuevas herramientas como BIM, impresión 3d, nuevos sistemas para monitorización etc. y por supuesto, esto cambia nuestra manera de trabajar. Pero el cambio de modelo no solo es consecuencia de la digitalización, sino de los cambios de procesos y los nuevos paradigmas.

Las nuevas tecnologías y la digitalización permiten mejorar los procesos, pero los objetivos finales, la necesidad de conocimiento y visión integral de los problemas, la vocación profesional y su voluntad de servicio a las personas sigue siendo la clave y el sentido de nuestra profesión.

¿Observan una evolución en los procesos constructivos y los materiales?

La construcción ha cambiado muy lentamente en las últimas décadas, pero ahora está en constante evolución y la investigación en nuevos materiales y sistemas está a la orden del día. Están apareciendo novedades con características más interesantes y eficientes. También han cambiado los requerimientos que se le pide a estos nuevos materiales y sistemas. Ya no es suficiente que presenten unas características concretas en su uso, sino que es necesario tener en cuenta también los procesos de fabricación, destrucción y reciclaje, la atención sobre el ciclo de vida completo es más pertinente que nunca.

Por último ¿cómo ve el futuro del sector?

Creo que el gran reto del sector es saber aprovechar el momento de cambio y los nuevos instrumentos, formatos y ámbitos de trabajo para asumir el liderazgo en el impulso, planificación y definición de la transformación de nuestras ciudades, que a su vez va a ser clave en la mejora de las condiciones de vida de las personas.