Nos adentramos en The Edge, las oficinas de Deloitte en Amsterdam, un moderno, sofisticado  y sobretodo sostenible edificio y  probablemente el más inteligente jamás construido.

The Edge es literalmente el edificio más sostenible del mundo, gracias a la obtención de la calificación de Sobresaliente por el sello, BREEAM (Agencia que certifica a nivel internacional la construcción sostenible) Con una puntuación 98.36%

Destaca su arquitectura majestuosa y singular, una gran construcción de cristal que representa la sostenibilidad, flexibilidad y el confort en un espacio de trabajo. En el centro se sitúa un atrio que actúa como una ventana entre el mundo del trabajo y el exterior, además de ofrecer un espacio social para los trabajadores y que funciona además como un amortiguador del medio ambiente para reducir el consumo de energía. Cabe destacar que parte el agua de las lluvias se reutiliza para el riego de las terrazas y de otras áreas verdes del edificio, también es empleada en los inodoros y en la calefacción.

El edificio juega un gran papel tecnológico y de innovación, dispone de una App propia que conecta en todo momento a sus trabajadores con el centro de trabajo, un “gran hermano” que lo controla todo pero para una finalidad de sostenibilidad y bienestar del empleado. Este sistema controla el horario de cada trabajador, las reuniones que tendrás ese día… por ello en The Edge nadie tiene un puesto asignado sino que se reorganizan de forma inteligente dependiendo de cuánto tiempo van a permanecer ese día en el edificio. Es decir, de los 2500 empleados comparten 1000 puestos de trabajo, este concepto conocido como “hot desking” está pensado para favorecer la interacción entre personas y un uso más eficiente del espacio disponible. En cualquier sala que te encuentres  la aplicación toma nota de nuestras preferencias de iluminación y temperatura por lo tanto ajusta el ambiente a nuestras necesidades.

The Edge es completamente sostenible y respetuoso con el medio ambiente, sus paneles solares de última generación generan más electricidad de la que el edificio necesita para funcionar. Su iluminación se basa en paneles LED de bajo consumo y la pared orientada al norte del edificio dispone de un vidrio más grueso para impedir el ruido de una autopista.

Un ambiente a lo Silicon Valley donde también dispone de espacios para relajarse, jugar o cafeterías inteligentes que saben de antemano la comida preferida de cada persona.

Sobre todo se prioriza el bienestar del empleado, su espacio para la creatividad y eficiencia. Y si sales de una sala, tranquilo el edificio ahorra energía y apagará las luces y bajará el sistema de climatización.