Situación de la formación en el sector de la construcción
Todo está cambiando. Al margen de los datos sobre la formación en el sector de la construcción que incluye la infografía que ilustra este artículo, un estudio de la propia Fundación laboral de la Construcción hace hincapié en la falta de profesionales cualificados en el sector.
Años 90 y principios del 2000. Trabajar en la obra era un sueño para todo chico joven que quisiera tener dinero pronto en su bolsillo de quinceañero. En la época del boom del ladrillo, numerosos estudiantes solían dejar el instituto para «ir a trabajar en la obra con su padre«. Los sueldos se dispararon. El estatus económico de un albañil, peón de obra, escayolista o fontanero era similar al de un miembro de clase alta.
Como todos ya sabemos, el esplendor y la gloria de las viviendas de nueva construcción llegó a su fin con el estallido de la burbuja inmobiliaria. 2008 fue el año fatídico. Más de un millón de empleados del sector pasaron a engrosar las listas del paro.
El primer semestre de 2018, el número de puestos publicados se incrementó en un 22,5%, respecto al mismo periodo de 2017, tal y como indica la web especializada. El número de empresas inscritas en el Régimen General de la Seguridad Social, con CNAE del sector de la construcción, creció en el primer semestre del año un 3,4%, alcanzando la cifra de 147.136 empresas, según los datos del Ministerio de Trabajo. El sector inmobiliario está repuntando con fuerza, especialmente en algunas zonas del país.
Pero desde la Fundación Laboral de la Construcción advierten de que apenas encuentran trabajadores. Parecer ser que hay menos interés en volver a mancharse las manos y cargar piedras. O eso parece. Entonces, ¿por qué hay 3,2 de desempleados si quedan por cubrir casi el 50% de las vacantes en el gremio de la albañilería? Algo pasa.
Otro de los escollos es la formación profesional. Mientras en 1997 un muchacho se iba con su padre albañil a aprender el oficio, hoy en día las constructoras requieren títulos oficiales. Gerardo Gutiérrez Ardoy, a través de la Fundación Laboral de la Construcción, revela que «el mercado laboral en la industria de la construcción ha cambiado enormemente en los últimos años. Se precisa cualificación oficial».
Un informe de la Fundación Laboral de la Construcción, que engloba a sindicatos y patronal pone de manifiesto que en cuanto a titulados universitarios van sobrados. Hay arquitectos, ingenieros y aparejadores. En eso no hay problema. Pero en cuanto a profesionales a pie de obra, «hay una carencia absoluta de personal con cualificación oficial exigida», según concluye el estudio.
Resumen de un artículo publicado en Libre mercado a partir del estudio de FLC.