El prestigioso estudio danés Big ha construido la Lego House inspirándose en las tradicionales piezas de LEGO.

La magia de las piezas Lego ha atrapado a niños y no tan niños desde hace años. Imaginar y hacer realidad nuevos mundos es la clave y la condición para disfrutar de este juego, pero en el estudio de arquitectura Big no tenían suficiente con esto y han proyectado la Lego House, transformando las pequeñas piezas a una escala arquitectónica.

La localidad danesa Billund se ha convertido en la Capital de los Niños con este proyecto, que dispone de espacios de exposición y plazas públicas dedicadas a la cultura de este conocido juego. 23 metros de altura y 21 bloques superpuestos que forman un gran cubo Lego de 2.000 metros cuadrados. La Luz se cuela por las grietas y los espacios libres y la gran plaza de acceso libre alberga una cafetería, un restaurante, una tienda y salas de conferencias. Una serie de galerías superpuestas dan acceso a varias exposiciones, cada una de un color primario de Lego.

Recuperar espacios públicos

El artista Jan Vormann ha dado un paso más y ha creado el proyecto Dispatchwork que se centra en rehabilitar espacios urbanos con bloques de juguete. Vormann ha visitado casi 40 ciudades de Europa, América Central, Asia y Estados Unidos, en las que ha podido recuperar espacios públicos de una manera muy lúdica. “Dispatchwork tiene como objetivo rememorar los recuerdos de la infancia en formas abstractas y colores vivos”, ha explicado el artista.

La afición a las piezas Lego ha llevado a artistas y aficionados a desarrollar todo tipo de proyectos relacionados directamente con la arquitectura, la construcción y la rehabilitación de edificios y espacios urbanos. Es el caso de la ciudad de Tel Aviv, que reunió más de 500.000 bloques de LEGO para crear la estructura más alta jamás construida con estas piezas. Durante dos días, se apilaron las piezas consiguiendo 35,96 metros de alto, un hito que escribió un pagina en la historia del Guinness World Records.